
Delante de la cruz | Música católica
Letra: Liturgia de las horas (Rafael Sánchez) – adaptación
Música: Jorge Álvarez
Adaptación y arreglos: Canto Católico.
Este hermoso soneto, compuesto por el español Rafael Sánchez (1894-1966), nos coloca delante de Jesús crucificado por nuestros pecados. Los ojos y los labios simbolizan nuestra capacidad para actuar. Con ella, libremente hemos ofendido al Señor, nuestro amigo, dándole la espalda a su amor. En su infinita misericordia, y con el fin de ganarnos para una amistad eterna, Cristo ha sido levantado en alto para que así todos lo podamos contemplar y ser movidos a la conversión. De este modo, los mismos ojos y labios con los cuales lo ofendimos, son ahora los instrumentos con los cuales adoramos al Crucificado, manifestando sincero arrepentimiento y un renovado deseo de más amarle y seguirle.
La preciosa musicalización de este texto, obra del chileno Jorge Álvarez, se adentra en el misterio de la cruz sin quitar de nuestros ojos su auténtica crudeza. La armonía oscila entre el tono menor y el modo eólico, resaltando en alto grado sus tensiones naturales. El acompañamiento de piano ofrece una sensación de caminata lenta y pesada, como por un sendero que asciende con esfuerzo y con caídas, reflejado en la trayectoria de la melodía vocal. De este modo, el oyente se predispone a al monte Calvario pasando primero por la Vía Crucis.
La sobria desnudez de la música no es interrumpida por la entrada de los cellos, quienes se unen respetuosamente en esta peregrinación tras las huellas del Crucificado. Cada uno de ellos suena de manera intercalada, como si fuesen dos piernas agotadas que caminan alternadamente.
El fino contrapunto de ambos cellos simboliza también la persecución de muerte queriendo llevar consigo a la vida. Ésta última es interpretada por el cello II, el cual transita por notas de reposo, mientras que la muerte es ejecutada por el cello I, el cual transita casi exclusivamente por disonancias. Esta tensión angustiosa sólo se resuelve al final del canto, cuando ambos cellos se unen en la misma nota, dando a entender que por fin muerte y vida se han encontrado en la muerte de Jesús, anunciada en el ofrecimiento del verso final: “Señor, así, cuando queráis me muera”.
El descanso reflexivo -aunque también a ratos gimiente- de la sección instrumental participa del silencio del Sábado Santo, cuando Jesús reposa en su sepultura y pareciera que toda esperanza se ha apagado para siempre.
En cambio, el último acorde -terminado en tono mayor- insinúa y anticipa la gloria del Domingo de Resurrección, día en que Cristo vence a la muerte y se manifiesta a sus discípulos, ofreciéndoles el perdón de sus pecados y renovando para siempre su amistad con ellos.
Pidamos al Señor que estos versos y esta música logren, con el auxilio de su divina gracia, dar fruto de verdadera conversión en todos nosotros.
Delante de la cruz | Música católica
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Juan Pablo Rojas Saffie
Director | Fundación Canto Católico
6 respuestas
Excelso. La música es el lugar de encuentro de diferentes épocas, es la continuidad de un trabajo para llegar a más almas, esto solo viene de Dios. Que Dios Trino y Mamita María les continúe bendiciendo por cuanto trabajan en Su obra.
¡Muchas gracias!
Un gran abrazo
Queria Laura,
¡Muchas gracias por tus lindas palabras!
Un abrazo.
Mil gracias por el regalo enorme que son para muchos católicos en el mundo entero. Les escribo desde México, para preguntarles si podríamos compartir alguno de sus videos el jueves de la próxima semana, en una cita ecuménica, en la que justo presentaremos a la Iglesia católica a los hermanos de diversas denominaciones.
Hola Ursula,
Muchas gracias por tus lindas palabras.
Claro que puedes usar nuestros videos, deben nombrar que es de la Fundación Canto Católico.
Un gran abrazo.
¡Mil gracias!